Ni la vida ni el turismo serán los mismos que fueron antes, y no sabemos si a partir de este punto habrá retorno a lo que conocíamos como “la antigua normalidad”.
La historia de la humanidad ha documentado en las últimas pandemias vividas, cambios que llegaron para quedarse, y el panorama tan incierto de la actualidad, es el que hace al mundo entero temblar.
La Peste Negra a mediados del siglo XIV, causó la caída del feudalismo; la viruela en el siglo XVIII trajo las primeras vacunas, y fue la conjunción de la gripe española, alrededor de 1918, y la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918) que trajeron, primero, la creación de los sistemas de salud en muchos países, y segundo, el impulso a las mujeres para entrar al campo laboral, uno de tantos cambios que el siglo XX vería llegar para quedarse.
Con la llegada de los sistemas computarizados al mundo en el siglo XX, se cimbraron los cimientos de muchas industrias y empresas.
American Airlines es un ejemplo de una compañía que entendió todo bien en aquel momento, pues fue pionera entre los prestadores de servicios turísticos, al establecer su sistema de distribución global (GDS por sus siglas en inglés), Sabre, en 1962.
A partir de ahí, como bola de nieve nos han seguido llegando imparables, los cambios gracias a las computadoras y el internet. Actualmente,
en México estamos conviviendo a diario con el internet 4.0 y preparándonos para la llegada de la red 5G, que promete conectividad más rápida y eficaz a través de nuestros smartphones.
Como mencionó para la BBC, Ian Fogg, de OpenSignal, una compañía que analiza datos móviles, “Piensa en los lentes inteligentes con realidad aumentada, en la realidad virtual móvil, en videos de calidad mucho más alta, en la internet de las cosas que hace a las ciudades más inteligentes». (2018). Además, insiste en las posibilidades infinitas que llegarán con la creación de tecnologías que aún no existen.
A partir de ahora dependeremos más de las ciudades, y su voluntad de volverse inteligentes,
o más inteligentes de lo que ya son, porque es de esta forma en que no solo la agencia de viajes y el motor de búsqueda de hoteles, o el prestador de servicios turísticos pueden ayudar al cliente a gestionar sus viajes; hospedaje, traslado y cualquier otro servicio complementario. Aquí, incluso la ciudad receptora se ve involucrada, no como una figura lejana, sino como una constante, una guía amigable, presente en los servicios públicos de la ciudad y lugares turísticos (entre otros), los cuales el visitante puede seguir a través de una aplicación en su smartphone, y dar y recibir retroalimentación sobre aglomeraciones en tiempo real.
¿De qué nos serviría a nosotros como prestadores de servicios turísticos o turistas, recibir retroalimentación en tiempo real sobre una ciudad? Mucho, sobre todo con las circunstancias con las cuales estamos lidiando actualmente, durante y después del covid – 19.
¿Qué pasa con las políticas de “cero aglomeraciones” que esta pandemia nos está dejando a todos?
Imagine enviar o recibir a un cliente a su destino turístico soñado, y que éste, después de permanecer horas en una fila, no pueda acceder a la atracción turística más emblemática del lugar, ¿Por qué? Ya hay muchas personas dentro o alrededor. Si usted trabaja en una agencia de viajes, o está relacionado con la industria turística, sabrá que más de un turista desilusionado, dentro de su frustración, le señalará a usted como uno de los culpables, pues como especialista en turismo, usted debió advertirle (sea agente de viajes, hotelero, transportista, etc.,).
El especialista en turismo no es mago ni vidente (aunque el cliente crea que sí), pero lo que si puede hacer el prestador de servicios turísticos es estar preparado.
Una aplicación que indique la cantidad de turistas o visitantes en un lugar específico, en tiempo real, será una tabla de salvación para todos los prestadores de servicios. ¿Por qué? De esta forma, trabajando conjuntamente, es posible lograr que el total de visitantes en un destino, puedan sacar el mayor provecho a su visita, organizando su itinerario.
Podemos tomar como ejemplo de organización y cuidado del destino a “La Playa del Amor”, en el parque nacional Islas Marietas (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, 2005), en las costas de Nayarit. El lugar fue cerrado temporalmente y luego reabierto al público en 2016. Tuvo que adoptar algunas restricciones como: límite de 116 turistas diarios, grupos conformados por máximo 15 personas y un tiempo máximo de 30 minutos de permanencia en el lugar, control sobre quiénes tienen autorización para llevar turistas a la isla, entre otras. Todas estas reglas fueron establecidas para tener un mejor control del desgaste generado por el turismo, reflejado en las especies de aves protegidas, así como en los arrecifes de coral y la fauna de los alrededores.
¿Qué podemos aprender del caso de “La Playa del Amor”?
Aplicando una estrategia similar, controlada por SECTUR, y tomando elementos del Turismo Inteligente, México, por ejemplo, podría vender allotment (o número concreto de entradas a un destino turístico específico del país), igual que Disneyland comisiona sus entradas a diferentes operadores. El operador mayorista puede incluir esta “entrada al destino”, dentro de sus paquetes turísticos, con hospedaje, traslados, guías y atracciones). De esta forma, el turista podrá dar seguimiento a través de una aplicación para smartphone, a su itinerario dentro de un destino turístico específico.
Podemos aprender que la tecnología es nuestra aliada en revivir al turismo, ofreciéndole al potencial turista mayor certeza de que viajar está bien, siempre y cuando se haga ordenadamente y de la mano de la tecnología, esa que fue creada para hacer mejor nuestras vidas.
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